ESTRELLAS Y PENSAMIENTOS

10:59:00 p.m.



Ahí en medio del jardín de la Universidad cerca del dormitorio de chicas, ella admiraba las estrellas, contemplando su constelación favorita "Orión" y absorta por el brillo de su estrella predilecta "Bellatrix". Ella estaba tan concentrada que no notó que alguien se acercaba.

— Las estrellas son tan interesantes que mantienen tanto tiempo tu concentración y atraen demasiado tu atención ¿por qué? — dijo la nueva compañía que ella no esperaba.

Un pequeño brinco y una mirada hacia quien había interrumpido su observación a las estrellas, fue suficiente para saber que la presencia de la recién llegada no era bien recibida, pues después de la mirada sólo hubo un profundo silencio, cómo si jamás la hubieran interrumpido y su atención regresó a las hermosas estrellas.

— ¡Vaya! Y yo que creí que querías compañía — dijo. — ¿Ni siquiera me dirás “hola”? Eso sería descortés —

Nuestra admiradora de las estrellas la miró de nuevo para finalmente responder.

— Hola — 

Después del saludo su mirada había sido devuelta a las estrellas.

Una risa casi silenciosa y agradable se escuchó mientras nuestra admiradora no perdía la concentración.

— Puedo percibir que no estás 100% aquí conmigo, pero está bien, eres bonita concentrada y viendo las estrellas —

Tras sus palabras la sonrisa en sus labios era evidente, pero solo una mirada de reojo recibió, más nuestra admiradora no tenía intenciones de guardar sus pensamientos.

— Estoy aquí, puedo escucharte, y…— utilizando sus codos para levantarse un poco, la miró — ¿Quién eres? ¿Por qué me llamas bonita y quién te autorizó para sentarte a mí lado? — la mirada ahora concentrada en la chica que estaba a su lado mirándola con una sonrisa.

— ¡Oh! Por fin tengo tu atención — mostró una sonrisa dulce y pícara — Yo, soy Nadie, y aún así una gran admiradora de tu belleza. Te he estado observando por un tiempo —.

Ahora con el ceño fruncido y levantando una ceja la amante de las estrellas decidió expresar su disgusto.

— ¿Así qué me has estado acosando y pensaste que este era el momento oportuno para hablarme? Diría que es un placer conocerte, pero interrumpes mi concentración y admiración a las estrellas, admites haberme observado “por un tiempo” y además dices llamarte Nadie, no es un gran progreso para ser honesta, pero si vas a ser nadie yo seré Quién —

La risa de Nadie se hizo escuchar casi como una carcajada.

— Lo siento Quién, pero soy honesta, esperaba poder hablarte en clases, pero siempre estás muy concentrada en tu propio mundo e imaginación, que nunca me atreví a hablarte —.

Quién estaba analizando todo lo dicho, pero sólo quería volver a mirar las estrellas, así que se recostó nuevamente y habló mientras las admiraba.

— Ya te recuerdo Nadie, te sientas atrás casi al final del salón de la clase de Física Cuántica —

Nadie sonrió ante las palabras de Quién.

— Así que me has visto —

— Claro que lo he hecho, soy una observadora nata y no pasas nada desapercibida cómo crees, muchos te miran, lo cual que me lleva a preguntar ¿qué haces aquí queriendo conocerme? —  

— Bueno tú no eres tan desaparecida como piensas, algunos te miran, pero por tu aura misteriosa y tu rareza única hacen que muchos tengan miedo de acercarse por temor a que los alejes  — sonrió mientras miraba directamente a Quién.

Quién se mantuvo en silencio por un tiempo sin apartar en ningún momento la mirada de Bellatrix.

— Yo pensé que era porque soy rara y la gente no quiere acercarse a mí —

Nadie, quien había decidido mirar las estrellas durante el silencio de Quién regresó su mirada a ella.

— Créeme que es una de las razones, pero no es como piensas, eres única, no eres como el resto y eso hace que los demás se sientan abrumados por llegar a decepcionarte —

Quién sonrió ante las palabras dichas por Nadie.

— Definitivamente lo hacen, pero alguien no — miró a Nadie — Al parecer tú no quisiste ser como el resto y decidiste acercarte —.

Nadie se sonrojo ligeramente por las palabras de Quién.

— Bueno siempre quise hablarte, pero no encontraba qué decir, hoy decidí dar un paseo antes de dormir y te encontré mirando las estrellas, pensé que era una oportunidad para acercarme —

Quién tras las palabras de Nadie decidió compartir un pensamiento que siempre tenía presente.

— A veces no es el momento, otras veces sí y a veces el momento jamás se presenta, no por falta de oportunidades, sino por falta de valor — decidió por fin devolver su atención a las estrellas y sonrió — Mientras si tú así lo quieres puedes admirar conmigo las estrellas —

Nadie hizo caso y se recostó a una distancia prudente de Quién.

— Me llamo Natalie — sonrió y miró de reojo a Quién.

— Yo soy Emma —sonrió.

Y la noche continuó con Emma hablando de constelaciones y estrellas a Natalie, quien con gran atención apreció toda la información.


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